Uno de los mitos más importantes de la tradición coreana es elque remite a Dangun Wanggeom y la fundación de Gojoseon, el primer reino coreano.

​

         Este relato tiene muchas versiones, la mayoría comienza cuando Hwangung, (padre de Dangun Wanggeom), le revela a su padre Hwanin "el Señor de los Cielos", (deidad principal de la mitología coreana), su deseo de vivir en la Tierra entre los valles y las montañas. Comprendido el sueño de su hijo, Hwanin considero las tres montañas más altas para erigir el lugar de asentamiento y le entregó tres tesoros celestiales: la espada, el espejo y los cascabeles.

​

           Hwanung y tres mil de sus seguidores descendieron a la tierra, y se ubicaron en la cima del Monte Baekdu, en donde fundaron "Shinshi", la "Ciudad de Dios" o "Ciudad de los Espíritus". En lo alto de la "Montaña de cabeza blanca", Hwanung encontró un árbol llamado Shin Dan Su; allí junto a sus Ministros estableció su morada y se dedicó a dispensar beneficios que mejorarían la vida de los hombres.

​

       Gobernó los vientos, las lluvias y las nubes a través de algunos de sus funcionarios más importantes, Pung Baek, Ministro del viento; Wu Sa, Ministro de la lluvia y Wun Sa, Ministro de las nubes. Reguló las cosechas, la longevidad, las enfermedades, las leyes y los códigos morales, los castigos, el bien y el  mal. Les enseñó a  los hombres 360 reglas con el fin de hacer la vida más feliz y ordenada como así también implementó las ocho prohibiciones que penalizaban el robo, el homicidio y otros crímenes que atentaban contra la seguridad colectiva.

​

        Un día, un oso y un tigre le pidieron a Hwanung que los convirtiera en humanos. Hwanung escuchó sus plegarias y les entregó a cada uno veinte dientes de ajo y un racimo de artemisa, indicándoles que coman las hierbas y que se retiren a sus cuevas durante cien días, evitando la luz solar. Así, si cumplían las condiciones impuestas, se convertirían en seres humanos. El tigre, símbolo de la naturaleza salvaje, no pudo contenerse y dejó la cueva antes de lo pactado a los veintiún días, empujado por su hambre voraz. El oso esperó pacientemente y pasados los cien días de encierro, emergió convertido en una mujer.

​

              La Mujer Osa o Ungnyeo, le realizó muchas ofrendas a Hwanung en agradecimiento por haberla convertido en una mujer humana, sin embargo, su corazón estaba lleno de pena por no tener un esposo e hijos. Bajo el árbol de sándalo le suplicó a Hwanung por la llegada de un amor. Sus oraciones no fueron en vano, Hawnung decidió tomarla por esposa y ésta pronto le dió un hijo: Dangun Wanggeom, "Príncipe del Arbol de Sándalo", quien sería el fundador de Corea y el primer Rey del pueblo coreano.